La inauguración de los Juegos Olímpicos será sobria y sin celebración

La inaguración de los Juegos Olímpicos perderá su alegra pomposidad por respeto a las víctimas del coronavirus.
Con los estadios vacíos y los atletas y periodistas sin poder moverse libremente debido a la pandemia del COVID-19, el viernes a las 6:00 am (hora de Ecuador) se inauguran en Tokio los Juegos Olímpicos más raros de la historia.
Será una inauguración caracterizada por la sobriedad sin celebraciones, que perderá su alegre pomposidad por respeto a las víctimas del coronavirus, los atletas desfilarán el viernes en un estadio sin público y con pocas personalidades.
La ceremonia se desarrollará en el Estadio Olímpico de Tokio, levantado sobre el que acogió los Juegos de 1964. Según el productor ejecutivo y hoy consejero del Comité Organizador de Tokio, Marco Balich, se tratará de “un evento mucho más sobrio, aunque con la belleza estética japonesa. Muy nipón pero en consonancia con el sentimiento de hoy, con la realidad”.
Como ya se esperaba, no habrá coreografías de masas para impedir contagios ni llamativas nubes de humo. Guiados por cientos de voluntarios, su desfile no congregará a más de 10.000 personas como otros años.
Como en otras ediciones, uno de los secretos mejor guardados es el encendido del pebetero con la llama olímpica. Esta vez, es un misterio todavía mayor porque el Estadio de Tokio no tiene pebetero y, según la organización, será instalado expresamente para las ceremonias de inauguración y clausura.
Lo cierto es que hay cosas que ni siquiera el coronavirus puede cambiar, como la emoción de los Juegos y la expectativa que generará el encendido de la llama olímpica.
Por: Gabriela Alcívar